Menu
Buscar
Revista
Buscar

Diez errores fiscales que evitar al mudarse al extranjero

couple planifiant leurs impots
friends_stock / Envato Elements
Escrito porAsaël Häzaqel 08 Octubre 2025

Mudarse al extranjero también implica considerar aspectos fiscales. Para evitar inversiones arriesgadas y sorpresas desagradables, lo mejor es confiar en profesionales y vigilar de cerca tus cuentas bancarias. Esta es una guía práctica sobre los errores fiscales más comunes que debes evitar al mudarte al extranjero, para que puedas planificar tu nueva vida en el extranjero con toda tranquilidad.

Pasar por alto las implicaciones fiscales de vivir en el extranjero

Al principio, puede parecer inútil informar a tu banco sobre tu traslado al extranjero, especialmente si ya sabes qué cuentas vas a mantener y cuáles vas a cerrar. Sin embargo, mudarse implica mucho más que simplemente decidir qué cuentas bancarias mantener activas. Antes de marcharte, es esencial revisar tu situación financiera general para poder anticipar cómo evolucionará en tu nuevo país. Este paso es especialmente importante si tienes objetivos claros, como poner en marcha un negocio, comprar una propiedad para alquilar o crear activos a largo plazo para la jubilación. Incluso sin un plan definido, nunca debes pasar por alto las consecuencias fiscales de mudarte al extranjero.

Consejo:

Notifica a tu banco tu traslado lo antes posible. La mayoría de los grandes bancos tradicionales cuentan con un servicio de «movilidad internacional». Si el tuyo no lo tiene, solicita una reunión con un especialista o ponte en contacto con un asesor de expatriación. Te proporcionarán un asesoramiento personalizado en función de tu perfil.

Lee también Dónde invertir en criptomonedas sin pagar impuestos

Olvidar declarar tus cuentas bancarias en el extranjero

Muchos expatriados aún no se dan cuenta de que deben declarar sus cuentas bancarias en el extranjero a las autoridades de su país de origen. Si te has mudado a Brasil, Polonia o los Emiratos Árabes Unidos y has abierto cuentas bancarias allí, la agencia tributaria debe saberlo. El incumplimiento de la obligación de declarar puede estar sujeto a una multa por cada cuenta no declarada en los países que tienen un convenio fiscal contra el fraude con tu país de origen. En los países que no tienen dicho convenio, la multa puede ser mucho más elevada.

Sin embargo, puede haber excepciones si tu cuenta extranjera está directamente vinculada a tu cuenta en tu país de origen y se utiliza únicamente para compras en línea o pequeños pagos por ventas.

Consejo:

Informa a la agencia tributaria de tu país de origen tan pronto como abras una cuenta en el extranjero. Esto se aplica no solo a los bancos, sino también a otras instituciones financieras, como las agencias de transferencia de dinero. Incluso las cuentas cerradas durante el año deben declararse, así como cualquier cuenta utilizada al menos una vez durante el año.

Cerrar cuentas que podrían haber permanecido abiertas

Aunque estás obligado a declarar tus cuentas en el extranjero, no es necesario que cierres tu cuenta corriente en tu país de origen cuando te trasladas al extranjero, a menos que estés seguro de que nunca más la vas a necesitar. De hecho, a menudo es recomendable mantenerla, especialmente si sigue activa (recibiendo ingresos, procesando pagos o reembolsos).

También se pueden mantener determinadas cuentas de ahorro, como planes de ahorro para la vivienda, pólizas de seguro de vida y, en determinadas condiciones, planes de ahorro en acciones. Sin embargo, si se te considera no residente a efectos fiscales, deberás cerrar otras cuentas vinculadas a la residencia, como las cuentas de ahorro para jóvenes.

Consejo:

Para ahorrar en comisiones de gestión de cuentas, revisa los detalles de tu cuenta corriente con tu banco, otra razón para notificarles tu traslado. Cancela cualquier opción innecesaria.

No declarar un cambio de residencia fiscal

Algunos expatriados no declaran su cambio de residencia fiscal porque creen que siguen vinculados a su país de origen o porque dan por sentado que el hecho de vivir en el extranjero les exime automáticamente. A menudo se refieren a la «regla de los 183 días» como si fuera el único factor determinante de la residencia fiscal.

En realidad, esta regla es solo un factor. Las administraciones tributarias suelen tener en cuenta varios criterios: tu hogar, tu lugar de residencia principal (aquí es donde entran en juego los 183 días), tu trabajo y tus principales intereses económicos. La mayoría de los países siguen criterios similares.

Consejo:

Consulta las normas sobre residencia fiscal. Por ejemplo, si estás temporalmente en el extranjero pero tu familia permanece en tu país de origen, la agencia tributaria puede seguir considerándote residente fiscal. Tu hogar es una de las primeras cosas que se tienen en cuenta a la hora de determinar la residencia. Revisa tu situación cuidadosamente antes de irte.

Invertir como un local

Establecerse en Canadá, India, Finlandia o Tailandia a menudo conlleva adoptar las costumbres locales, lo cual es una excelente manera de integrarse. Pero cuando se trata de impuestos, «invertir como un local» puede ser arriesgado. La clave está en aclarar tu plan a largo plazo: ¿pretendes quedarte de forma permanente? Los riesgos de determinadas inversiones suelen surgir cuando regresas a tu país, te mudas a otro país o te enfrentas a una herencia.

No se trata solo de buscar inversiones de alto rendimiento. Necesitas una estrategia adaptada a tu situación como extranjero, a tu perfil de inversor y a tus objetivos de reubicación.

Consejo:

Consulta tanto a tu banco en tu país de origen como en tu país de acogida. Busca el asesoramiento de especialistas en reubicación. Los productos internacionales, como los seguros de vida o los inmuebles, pueden ser excelentes oportunidades, pero solo si entiendes las reglas.

Confiar plenamente en tu banquero

No debes ocuparte tú solo de la planificación fiscal internacional si tienes pocos conocimientos. Pero tampoco debes confiar ciegamente en tu banquero, tus amigos o incluso un asesor fiscal. Esa es una forma segura de cometer errores. Por supuesto, muchos profesionales competentes te ayudarán a gestionar tus finanzas en el extranjero, pero tú también debes informarte.

Consejo:

Investiga antes de mudarte. No es necesario que hagas cursos (a menos que estés muy motivado), pero debes aprender los conceptos básicos de la fiscalidad tanto en tu país de origen como en el de acogida. Elabora estrategias que se ajusten a tu perfil.

Malinterpretar las normas fiscales de tu país de origen

Incluso si te conviertes en no residente a efectos fiscales, es posible que sigas estando sujeto a los impuestos de tu país de origen. Esto se aplica si tienes propiedades, sigues recibiendo ingresos, tienes familia allí, planeas regresar o tienes asuntos relacionados con herencias. Por eso es fundamental aprender los conceptos básicos de la fiscalidad de tu país de origen.

Consejo:

Revisa tus fuentes de ingresos antes de marcharte. ¿Qué harás con tu casa? ¿Y con tu coche? ¿Los alquilarás? ¿Seguirás obteniendo ingresos en tu país de origen?

No investigar el sistema fiscal del país de acogida

Las recientes reformas en Tailandia y el Reino Unido nos recuerdan que la fiscalidad está estrechamente relacionada con la política. Una nueva ley, la inestabilidad política o los cambios económicos pueden afectar directamente a tus planes a largo plazo.

Investiga tu futuro país de acogida: ¿es políticamente estable? ¿Son sólidas sus instituciones? ¿Cuál es el clima socioeconómico? ¿Qué estabilidad tiene la moneda local? Para reducir los riesgos, diversifica tus inversiones: combina opciones seguras y otras más arriesgadas, en función de tu perfil. Si eres reacio al riesgo, evita los productos bursátiles que prometen rendimientos rápidos y elevados.

Consejo:

No puedes predecirlo todo, pero comprender el contexto local te ayudará a gestionar los contratiempos. Una estrategia fiscal sólida debe proporcionar flexibilidad cuando las cosas se ponen difíciles.

Descuidar la planificación patrimonial

Las normas de ܳó varían mucho de un país a otro, y los costes pueden acumularse. Italia ofrece condiciones más favorables que muchos países europeos, con una exención de 1 millón de euros para hijos y cónyuges, y un impuesto del 4 % por encima de esa cantidad. En Estados Unidos, la exención es aún mayor, de 5,6 millones de dólares, con tipos de hasta el 40 % por encima de esa cantidad. En Francia, la exención para los hijos tiene un límite de 100 000 euros. En Austria, Suecia y Noruega no hay impuestos de ܳó.

Tu nueva vida en el extranjero debe tener en cuenta todos tus activos, tanto en tu país de origen como en el extranjero: viviendas, terrenos, coches, joyas, obras de arte, inversiones financieras y mucho más.

Consejo:

Las leyes de ܳó son complejas. Comprueba si tu país de origen y el país de acogida tienen un convenio fiscal. Planifica posibles retornos o cambios en tu proyecto de reubicación y busca el asesoramiento de expertos. Ten en cuenta que las normas pueden cambiar, como lo demuestra la abolición del estatus de «no residente» en el Reino Unido.

Dejar tus ahorros sin rentabilidad

El dinero nunca duerme, y los recientes picos de inflación han debilitado los ahorros en todo el mundo. Los expatriados no son una excepción. El primer error es poner todos los huevos en la misma canasta: si las tasas bajan o la inflación sube, podrías perder. El segundo error es dejar tu dinero sin rentabilidad en una cuenta. El tercero es mantener todo en efectivo, algo que se ha vuelto común en medio de los temores bancarios y las crisis económicas. Pero el dinero sin rentabilidad pierde valor con el tiempo.

Consejo:

En lugar de acumular efectivo, diversifica: seguros de vida, acciones, planes de ahorro para la vivienda, metales preciosos y más. Infórmate sobre las ventajas y desventajas de cada inversión para expatriados. Evita los planes para «hacerse rico rápidamente» y ten especial cuidado con los productos de alto riesgo, como las criptomonedas. Busca asesoramiento profesional en caso de duda.

Impuesto y tasas
impuestos
Sobre

Asaël Häzaq, editor web especializado en noticias políticas y socioeconómicas, observa y descifra las tendencias de la economía internacional. Con su experiencia como expatriada en Japón, ofrece consejos y análisis sobre la vida del expatriado: elección de visa, estudios, búsqueda de empleo, vida laboral, aprendizaje del idioma, descubrimiento del país. Titular de un áter II en Derecho - Ciencia Política, también ha experimentado la vida como nómada digital.

Comentarios