º£½ÇÂÒÂ×

Menu
º£½ÇÂÒÂ×
Buscar
Revista
Buscar

Cómo la incertidumbre está transformando el mercado laboral mundial

jeune femme allant au travail
monkeybusiness / Envato Elements
Escrito porAsaël Häzaqel 08 Octubre 2025

¿Cuándo vendrán por fin días mejores? Las incertidumbres actuales están lastrando el mercado laboral mundial. Los conflictos geopolíticos están empujando al mundo hacia un territorio desconocido e inquietante, mientras que la inestabilidad política se extiende a países que antes se consideraban seguros. En resumen, nada es seguro. Y cuando nada es seguro, los planes de reubicación se ponen en duda. Los posibles expatriados ahora están haciendo cálculos. ¿Deberían renunciar o aferrarse a un trabajo que no les gusta? ¿Deberían reciclarse profesionalmente o permanecer en el mismo campo? Estos dilemas ponen de relieve las tendencias cambiantes que configuran el mercado laboral internacional.

Job hugging: aferrarse al trabajo a toda costa

A primera vista, el término «job hugging» (apego al empleo) suena casi positivo. Quizás te imagines a alguien que ama tanto su trabajo que, literalmente, lo abraza. En realidad, es todo lo contrario: los trabajadores se aferran a sus empleos por miedo a lo que pueda depararles el futuro. El job hugging no es tanto una elección consciente como una reacción defensiva ante la incertidumbre económica.

Aunque la tendencia se observó por primera vez en Estados Unidos, se está extendiendo a otros países. La era de las dimisiones masivas que se vivió durante la pandemia ha terminado. Hoy en día, la gente se aferra a sus puestos de trabajo, no porque les gusten, sino porque temen perderlos.

El auge de la inteligencia artificial no hace más que aumentar la ansiedad. Desde la automatización de tareas hasta la reducción de puestos de trabajo y de responsabilidades, la IA está remodelando las funciones de una manera que se percibe como amenazante. Ante esta incertidumbre, muchos empleados prefieren quedarse en un trabajo que no les gusta antes que arriesgarse a lo desconocido. Los trabajadores más jóvenes parecen especialmente propensos a ello.

A primera vista, el job hugging puede parecer algo positivo. Al fin y al cabo, los empleados se quedan, lo que significa menos rotación y más estabilidad. Pero eso es engañoso. No se trata de lealtad, sino de supervivencia. Los trabajadores no están comprometidos ni se sienten vinculados a la empresa. Se quedan solo porque no saben adónde ir. Muchos acaban haciendo lo mínimo indispensable para conservar su puesto.

Esa falta de ambición tiene consecuencias: no hay movilidad interna, ni motivación para formarse, ni perspectivas de ascenso, ni riesgos calculados. A nivel macro, el «job hugging» generalizado podría provocar la parálisis del mercado laboral. A nivel personal, los efectos son igual de perjudiciales: pérdida de confianza en uno mismo, falta de motivación, aumento de la ansiedad e incluso depresión.

Job hugging «positivo»: invertir en el futuro

Hay quien sostiene que el «job hugging» puede tener un lado positivo. En esta versión, los trabajadores tratan su trabajo como una incubadora o una sala de espera. Utilizan el puesto para ahorrar dinero para mudarse al extranjero, por ejemplo, o para financiar una formación que les ayude a pasar a una nueva carrera profesional.

En este caso, el empleado no se siente apegado a su puesto actual, sino que lo aborda con una mentalidad práctica: «Haré lo que tenga que hacer ahora para poder alcanzar mis objetivos profesionales más adelante». Esta estrategia puede hacer que parezcan más leales y motivados, ya que su actitud es constructiva. No se quedan por miedo, sino por elección, convirtiendo su trabajo actual en un trampolín para el futuro.

Sin embargo, esta versión «positiva» solo funciona si el trabajador no odia su trabajo. De lo contrario, fingir que todo va bien mientras se resiente en silencio por su puesto crea estrés y riesgos para la salud mental. Incluso el «job hugging» constructivo puede conllevar peligros ocultos si enmascara una angustia genuina.

Job cuffing: lealtad a corto plazo

A primera vista, el job hugging y el job cuffing pueden parecer similares, pero hay una sutil diferencia. Un «job hugger» se queda por miedo: su mentalidad es defensiva. Un «job cuffer», por otro lado, se queda por seguridad y comodidad mientras espera tiempos mejores.

Se parece más al «job hugging positivo». El job cuffer sabe que su función actual es temporal. En cuanto surge una oportunidad mejor, ya sea mudarse al extranjero, un ascenso o cambiar de empresa, se va sin mirar atrás.

Job hopping, o cambiar de trabajo con frecuencia: ¿impulso para la carrera profesional o trampa para los expatriados?

Durante décadas, las lagunas en un currículum vitae se consideraban una señal de alarma para los empleadores. Hoy en día, un currículum repleto de estancias cortas en múltiples puestos de trabajo puede llamar igual de la atención. ¿Es un signo de inestabilidad o de adaptabilidad?

Los defensores del «job hopping» argumentan que es lo contrario a la inestabilidad. En lugar de quedarse estancados en un puesto que no les gusta, los que cambian de trabajo rápidamente buscan nuevas experiencias. No esperan a aburrirse para seguir adelante. Su motivación es acumular habilidades diversas, ampliar su red de contactos y acelerar su carrera profesional.

Esta mentalidad es especialmente común entre los recién graduados y los jóvenes profesionales. Muchos de los que cambian de trabajo se trasladan al extranjero para desarrollar su carrera a través de experiencias variadas.

Pero el cambio frecuente de trabajo supone un reto para los reclutadores, especialmente para los que contratan a nivel internacional. ¿Cómo se integra a los empleados que ven la «carrera profesional» como una serie de períodos cortos? ¿Cómo se les mantiene el tiempo suficiente para invertir en ellos? Algunos reclutadores siguen creyendo que los que cambian de trabajo con frecuencia no son fiables. Los consideran poco adecuados para proyectos a largo plazo o carentes de compromiso con la cultura de la empresa.

Los que cambian de trabajo con frecuencia no están de acuerdo. Argumentan que su trayectoria no es incoherente, sino versátil. Al entrelazar sus experiencias, pueden destacar las habilidades técnicas y sociales que fortalecen su trayectoria profesional. Para los expatriados en particular, esta narrativa puede ser una forma poderosa de tranquilizar a los posibles empleadores.

Tendencias del mercado laboral global: lo que significa para los expatriados

La evolución de estas prácticas laborales refleja los desafíos del panorama global actual. En los últimos años, el mundo se ha enfrentado a crisis consecutivas: una pandemia, fenómenos meteorológicos extremos y guerras en las que están involucradas grandes potencias. Las tensiones son elevadas y las economías están polarizadas.

En este clima surgió el trabajo a distancia, que posteriormente se redujo parcialmente. Al mismo tiempo, la inteligencia artificial logró un avance que muchos comparan con las revoluciones industriales del pasado. Es fascinante y aterrador a la vez.

Los investigadores advierten de que ahora es esencial la formación continua, y esta tendencia no hará más que acelerarse. En sectores altamente competitivos, los profesionales deben actualizar constantemente sus habilidades. Mañana, la situación puede ser aún más extrema: es posible que se espere que los trabajadores cambien de campo profesional por completo, quizás varias veces a lo largo de su vida. Pero, ¿quién está preparado, o es capaz, de hacerlo?

Esta realidad hace que sea tentador imaginar un mercado laboral futuro dominado por completo por personas que cambian constantemente de trabajo. Pero eso es poco probable. El cambio frecuente de trabajo seguirá coexistiendo con la fidelidad al puesto de trabajo, la permanencia en el empleo y otras estrategias laborales. En última instancia, el mercado laboral mundial seguirá siendo tan diverso y complejo como las personas que lo integran.

Fuentes:

Trabajar
Sobre

Asaël Häzaq, editor web especializado en noticias políticas y socioeconómicas, observa y descifra las tendencias de la economía internacional. Con su experiencia como expatriada en Japón, ofrece consejos y análisis sobre la vida del expatriado: elección de visa, estudios, búsqueda de empleo, vida laboral, aprendizaje del idioma, descubrimiento del país. Titular de un ²Ñá²õter II en Derecho - Ciencia Política, también ha experimentado la vida como nómada digital.

Comentarios